3 formas de aplicar el método Montessori en las habitaciones infantiles

Facilitar un buen desarrollo en los primeros años de vida. Esta es, probablemente, una de las mayores preocupaciones entre los padres de hoy en día. De todas las corrientes que han surgido para tratar esta fase de la vida, hay una que desataca por su humanismo y apoyo al desarrollo natural: el método Montessori.

El método Montessori fue creado por la educadora y médico María Montessori, la primera mujer médica en Italia, y se basa en romper el modelo educativo basado en la transmisión de conocimientos profesor-alumno. Montessori propuso la escuela como “un lugar donde la inteligencia y la parte psíquica del niño se desarrollará a través de un trabajo libre con material didáctico especializado.”

¿Y cómo se traduce este método en la arquitectura y el interiorismo? En este artículo repasaremos 3 formas de aplicar el método Montessori en las habitaciones infantiles:

• En primer lugar, necesitamos luz. Un espacio bien iluminado no solo beneficiará a la salud ocular de los más pequeños, sino que facilitará que puedan percibir las reacciones de su entorno con mayor precisión. Para abordar este punto solo tendremos que habilitar la sala con la iluminación correcta, preferiblemente de origen natural a través de grandes ventanas.

• Una habitación diáfana será una de las principales claves para el autoaprendizaje. Se utilizará un concepto abierto, que a la vez permitirá diferentes espacios para el desarrollo de distintas actividades, que de forma natural potenciará la creatividad. Una forma de apoyarlo es introduciendo muebles de medida infantil que los más pequeños puedan manipular, como por ejemplo cajas apilables de ropa (que también serán útiles para el siguiente apartado). Este punto se traduce en muebles a la medida de los niños, pocas barreras físicas y visuales, y acceso a juegos con los que puedan experimentar por si mismos.

• Por último, pondremos en valor la funcionalidad haciendo que el espacio se pueda ordenar con cierta rapidez. Eso da a los niños más seguridad y responsabilidad, a la vez que facilita la organización en la casa. Esta decisión, además, nos acercará a uno de las “tendencias humanas” que define la autora. Según su propuesta, las tendencias humanas son comportamientos guía que deben propiciarse en todas las fases del desarrollo. Las demás son el instinto de conservación, la orientación en el ambiente, la exploración, la comunicación, el trabajo, la manipulación del ambiente, la exactitud, la repetición, la abstracción, la auto-perfección y la mente matemática.

Y es que cada proyecto que involucra un niño pone la arquitectura y el interiorismo al servicio de su aprendizaje. Contacta conmigo para diseñar una habitación orientada al aprendizaje con el método Montessori.