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Cómo debería ser tu casa si eres extrovertido o introvertido

20-05-2020

Cuando hablamos de arquitectura identitaria, convertimos la personalidad en la brújula que guiará el diseño de nuestro hogar. En esta entrada de blog os explicaré qué características encajan con las personas extrovertidas y cuales con las introvertidas para poder crear un entorno adaptado a vuestra realidad.

El mundo no está hecho a nuestra medida, pero tu hogar, tu espacio más personal… podría ser la excepción. Suena bien, ¿verdad? Pues lo cierto es que es relativamente sencillo crear espacios acorde a tu sensación de privacidad. Aquí te dejo con una lluvia de ideas para que empieces a imaginar tu casa según tu necesidad de intimidad respecto al entorno.

Un open-concept para el extrovertido

  • La persona extrovertida querrá organizar encuentros con familiares y amigos a menudo. Para ello será necesario generar espacios de reunión como un salón-comedor-cocina totalmente abierto o una sala de juegos.
  • El segundo paso serán las zonas privadas alteradas, es decir, habitaciones que por definición seria íntimas, convertidas en espacios para compartir. Eso se podría traducir en un vestidor común, un jacuzzi para la pareja, un futón familiar o una sala de aguas con varias duchas.
  • Los materiales naturales también se encargarán de transmitir esa transparencia: el cristal dará visibilidad, y la madera o el hormigón crudos podrán usarse sin pudor ofreciendo una estética sincera.
  • También habrá zonas de retiro en las que la privacidad será relativa: en ese sentido crearemos espacios de estudio, lectura, ejercicio o baño desde los que se podrá ver y ser visto, pero no interrumpido, es decir, habrá contacto visual, pero no comunicación. Los elementos translúcidos y la distancia para crear una imagen difusa serán de gran ayuda para mantener cierto misterio. En este tipo de habitaciones tendremos que mantener la elegancia para evitar llegar al exhibicionismo.
  • Por muy extrovertido que uno sea, hay partes de la casa que a mi parecer siempre deberían ser cabinadas. El inodoro sería el ejemplo más claro.

Un escondite para el introvertido
  • Los espacios comunitarios existirán, pero estarán separados y cerrados entre sí para mantener un cierto grado de privacidad. Estas habitaciones serán el salón, el comedor y la cocina.
  • Habrá zonas de retiro más aisladas para relajarse. Se podría trabajar en un estudio “nido” desde donde poder ver, pero no ser visto, o cuartos de baño individuales y enfocados hacia el interior.
  • En las zonas privadas inalteradas podremos utilizar ciertos grados de privacidad: el vestidor podría ser individual e independiente, y podría haber dos baños independientes para una pareja que comparte un vestidor común.
  • Los materiales no tienen por qué ser 100% naturales, sino que pueden estar “vestidos”. Se podrían utilizar pinturas, acabados superpuestos o papeles pintados, por ejemplo. En cuanto a la fachada, más que una decoración sería un filtro, una barrera para escondernos del exterior. Puede suponer un elemento estético o creativo interesante, pero no tiene porqué reflejar al habitante. Si se prefiere no resaltar, se pueden imitar las fachadas de los edificios cercanos para pasar desapercibidos.
  • Las zonas totalmente privadas podrían ser todas, ya que el objetivo es crear un espacio acogedor, íntimo y reservado. El resultado dependerá del grado de privacidad que se quiera alcanzar.
Como puedes ver, el espacio influye en cómo nos sentimos y nuestra personalidad nos puede ayudar a definir cómo queremos que sea nuestro lugar de pertenencia. Si quieres que diseñemos tu casa a través de la arquitectura identitaria, contacta conmigo.

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